Si ya me lo decía mi madre, muerde bocados más pequeños, no te vayas a atragantar. Y claro, yo no le hago caso, como corresponde a un hijo contestatario y rebelde, y pasa lo que pasa. Que ella tiene razón y yo me atoro.
Atorado ando, aunque podría ser peor, porque parece que aún así tengo tiempo de entrar aquí a contar mis tonterías, en vez de estar trabajando como debería. Pero al menos, dejo menos abandonado este blog, que ya olía a cerrado, y conviene airearlo de vez en cuando.
Lo primero que quiero decir aquí, por si me lee alguien, es que hay un nuevo curso espectacular en Carmona. Cómo no, en Carmona tenía que ser. La infatigable inquietud de Rafael Jiménez y su gente de Carmona en Viñetas, unida a su desmedido amor por el cómic, que le lleva a escribir un guión tras otro y también le lleva a organizar eventos, cursos, cursos de postgrado en la UPO, y todo lo que se deje organizar.
En este caso, el curso es de entintado, impartido en dos sábados de nada por Alberto Belmonte Luque. El horario será de 10 de la mañana a 18 horas, pero con pausa en medio para comer todos juntos en el patio de la Biblioteca de Carmona. Allí podremos disfrutar de una charla amena sobre cómics, cotilleos y planteamientos existenciales, acompañados de bocatas por unos, y de platos de diseño en tupperwear por mí, que para eso tengo cocinera profesional en casa. Será en noviembre, los días 9 y 16. No dejéis de apuntaros, que va a molar, os lo aseguro.
En segundo lugar, quiero decir que estoy nuevamente contento. Mi micro-relato en cinco líneas "La vida ausente", ha sido seleccionado por ACEN, asociación de familiares de personas con Alzheimer y otras enfermedades mentales de Alicante, para aparecer en un recopilatorio de 450 relatos que van a publicar a beneficio de la misma causa. Si hace unos meses fue el micro-relato para Historias del Dragín, a beneficio de Festival Fantástico de Fuenlabrada (al que lamentablemente no podré asistir, cachis), esta segunda ocasión me alegra igualmente. Siempre que pueda colaborar y además, haciendo lo que me gusta, estaré encantado de intentarlo.
También me hace muy feliz la confirmación de que participaré como guionista en una historia (o quizá dos, si Tito Search termina de dibujarla a tiempo), en el libro del inmenso Manel Cruz, recopilatorio y ampliatorio de Andrea Down y que se publicará gracias al crowdfunding bajo el título de "Helado de huevos fritos".
En otro orden de cosas, ya he visto el resultado final de dos pequeñas historias a las que les tengo especial cariño, y que aparecerán publicadas dentro de este año.
En el número 1 de la segunda etapa de El Arca de las Historietas, aparecerá Recuerda, dibujado por José Manuel Marín.
En un nuevo fanzine que se presentará en el Salón del Manga de Barcelona, aparecerá Bronx&Roll, dibujado por Dani Campoy.
Estas historias, más la de Secretos Cotidianos, dibujada por Ernesto Lovera y que aún no ha encontrado hueco donde ser publicada (aunque parece que sirvió para transmitir a Ernesto el efecto Talismikis, ya que desde entonces no para de conseguir más y más curro el campeón), dan más consistencia a la más esperada, por su importancia, longitud y lo que significa, que es Los Hijos de Aramar, como muchos sabéis, y que está pronta a ser finalizada, gracias al arte de Sonia Moruno, y que espero ver publicada en el próximo año.
Como veréis, no se para, aunque a veces parezca que no aparece nada nuevo. Espero, sinceramente, que algunos de los temas que me traigo ahora entre manos fructifique, y poder contaros pronto novedades igual de ilusionantes para mí, porque los pocos que me sigáis, al menos podréis alegraros de mi contento.
Os dejo ya, que me estoy alargando como suelo hacer, y eso no está bien. Sed felices por encima de vuestras posibilidades. Total, no creo que eso agrave la crisis.